miércoles, 19 de septiembre de 2012
Comenzó la venta de localidades para el partido Peñarol-Cerro
Ya están a la venta en Abitab las entradas para el duelo del próximo fin de semana entre Peñarol y Cerro, por la 4ª fecha del Torneo Apertura de Primera División.
Y LLEGARON LOS TRES PUNTOS
No podían hacerse esperar más y por eso llegaron. Llegaron los primeros tres puntos del
campeonato. Con la ausencia obligatoria de dos titulares como Zalayeta y Macaluso y con
Estoyanoff y Novick aún en sanidad, Peñarol incluía en el once inicial a dos juveniles genuinos
de la cantera, como “Jimbo” Varela y Nico Raguso y a otro juvenil como Nacho Nicolini, junto
al regreso de Beto Bologna al arco.
Lo cierto es que a Peñarol le costó bastante conseguir la pelota en los primeros minutos, el
control del esférico estuvo casi constantemente en pies de Bella Vista, con un exPeñarol (que
no tuvo casi participación) como es Federico Laens muy inquieto en la delantera papal y un
exnacional Agustín Viana intentando el desborde constantemente.
Peñarol sufrió en los primeros minutos de un Aureliano Torres peleado con la pelota y un
Grossmüller impreciso en los pases. Arriba Olivera intentaba descargar todas las pelotas que le
llegaban, no siempre de la mejor manera.
Atrás la defensa daba bastante seguridad ante los intentos de Bella Vista con Alejandro
González y Raguso bien plantados y subiendo por la banda y Darío y el Hormiga cerrando por
el medio; atrás Bologna dando seguridad y demostrando porqué vino a Peñarol.
El primer gol llegó en medio del “dominio” papal, a los dieciséis minutos, con un gran pase de
Nicolini desde la derecha que encontró en las alturas a Juan Manuel Olivera, quien hace pocos
minutos había desperdiciado un cabezazo similar desde la izquierda, pero que esta vez superó
el intento del golero Nanni.
Peñarol se animó un poco más y pudo elaborar un poco más de fútbol en lo que quedaba del
primer tiempo, pero sin ser incisivo a pesar de los intentos de Raguso y Zambrana.
El segundo tiempo arrancó parecido al primero, con un Bella Vista dominando balón y terreno
en busca del empate, pero con buenos desarmes defensivos aurinegros.
El gol tranquilizador llegó a los sesenta y seis minutos cuando Pagano le comete penal a Juan
Olivera y el propio número diecinueve transforma el remate en gol, para algarabía de todo el
estadio.
De ahí en más, Peñarol se limitó a administrar el partido, quizás por su propia incapacidad de
generar demasiadas jugadas de peligro, permitiéndole a juveniles como Raguso, Varela,
Cristóforo, Siles y Gallegos tener mayor participación en el juego, intentando asistir a Olivera,
quién a la postre fue la figura del partido.
Se necesitaban los tres puntos inmediatamente para no perder pisada (estamos a una victoria
de los líderes) y se necesitaba que varios jugadores recuperaran su nivel, como es el caso de
Bologna quien cambió totalmente su imagen del partido contra Fénix, pero también se
necesitaba que los juveniles demostraran que son una opción válida y cumplieron.
Se viene un partido siempre difícil como lo es contra Cerro. Y la interrogante, ante la vuelta de
los suspendidos es ¿equipo que gana no se toca?
BELLA VISTA 0-0 PEÑAROL – Ficha del partido.
Cancha: Estadio Centenario. Jueces: Darío Ubriaco, Nicolás Tarán y Mauricio Ituarte.
BELLA VISTA: Mauricio Nanni, Federico Díaz, Leonel Pilipauskas, Gastón Pagano, Marcelo
Martusciello (70′ Ignacio Lemmo), Agustín Viana, Jesús Belase (75′ Gonzalo Freitas), Nelson
González, Matías Abisab, Federico Laens y Danilo Peinado (75′ Gonzalo Gutiérrez).
Director técnico: Guillermo Sanguinetti. Suplentes: Emiliano Denis, Jorge Casanova, Haibrany
Ruíz Díaz y Gabriel Costa.
PEÑAROL: Enrique Bologna, Alejandro González, Carlos Valdez, Darío Rodríguez, Nicolás
Raguso, Ignacio Nicolini (56′ Alejandro Siles), Jim Varela, Carlos Grossmüller, Aureliano Torres
(56′ Sebastián Cristóforo), Jorge Zambrana (77′ Sebastián Gallegos) y Juan Manuel Olivera.
Director técnico: Jorge Da Silva. Suplentes: Leandro Gelpi, Joaquín Aguirre, Sebastián Vázquez
y Rodrigo Pastorini.
Goles: 17′ y 66′ (de penal) Juan Manuel Olivera (P).
Tarjetas amarillas: 39′ Federico Laens (BV), 45′ Leonel Pilipauskas (BV), 61′ Jim Varela (P), 90′
Gonzalo Freitas (BV).
miércoles, 12 de septiembre de 2012
lunes, 10 de septiembre de 2012
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martes, 4 de septiembre de 2012
120 AÑOS DE SUR A NORTE
Una estupenda jornada se vivió este sábado primero en la ciudad de Artigas cuando la Peña
Artigas Todo Manya trajo de forma exclusiva el más nuevo documental que narra con
imágenes y testimonios los ciento veinte años del padre y decano del fútbol uruguayo.
Las semanas previas habían sido de mucho trabajo, coordinando con los compañeros en
Montevideo, realizando gestiones en Artigas y metiendo muchas horas y empeño en la venta
de entradas por toda la ciudad. Luego de una bien recibida campaña a través de los medios y
las redes sociales no teníamos ninguna duda de que la jornada sería estupenda y a sala llena.
La función estaba prevista a las diecinueve horas pero desde horas antes se sucedían los
mensajes en busca de entradas y en la principal avenida se veía a mucha gente con la casaca
oro y carbón; pasadas las dieciocho horas ya eran varias las personas que se acercaban al
Auditorio Municipal para esperar que se abrieran las puertas y poder ubicarse en las butacas
de la sala.
Los miembros de la Peña estuvieron desde temprano junto a los funcionarios municipales del
auditorio dejando esa preciosa sala en condiciones óptimas para un evento de tales
magnitudes, la pantalla estaba pronta, los trapos colgados y minutos pasadas las diecinueve se
abrieron las puertas al gran marco de público que en minutos colmó las instalaciones
esperando que se apagaran las luces y comenzará la película.
Finalmente las luces se apagaron y se enciende la pantalla, junto al “Himno del Campeón del
Siglo” y el andar humeante de la locomotora Beyer Peacock Nº 120 comienza a pasar la
historia aurinegra frente a los ojos emocionados de todos los presentes.
Mientras que las hazañas se sucedían junto al testimonio de las Glorias de la Institución, se
produjo la primera ovación espontánea cuando en escena aparece el capitán Antonio Pacheco
en una verdadera muestra de amor y agradecimiento del público artiguense.
Mientras se empezaban a notar las primeras lágrimas en el público, se sucedieron los aplausos
a Glorias y figuras de la institución, como el Tito Goncalves, el Nando Morena, el Profe
Bengoechea, Gregorio Pérez, Darío Rodríguez y el Lolo Estoyanoff. También hubo muestras de
cariño para jugadores más recientes como Juan Manuel Olivera y Emiliano Albín.
Después de recordar aún con mucha emoción la campaña de la Libertadores de dos mil diez,
en medio de una cerrada ovación, se encienden las luces y entre los ojos emocionados se
comienzan a suceder los primeros cánticos y los gritos de “Peñarol Peñarol” sumados a las
muestras de agradecimiento para con la Peña de muchos de los presentes.
Pasó “120…” por Artigas y revivió muchas emociones y este orgullo de estar eternamente
enamorado de Peñarol. No podía ser mejor, una hermosa jornada coronada con una función a
sala repleta.
La Peña Artigas Todo Manya sigue trabajando y sirviendo de espejo a muchas peñas de todo el
país como se nos manifiesta constantemente. Ahora se viene un desafío muy importante, en el
mes de Peñarol haremos una fiesta sin precedentes en la ciudad de Artigas, porque en ciento
veintiún años “Peñarol es así: el orgullo de todo el país”.
Artigas Todo Manya trajo de forma exclusiva el más nuevo documental que narra con
imágenes y testimonios los ciento veinte años del padre y decano del fútbol uruguayo.
Las semanas previas habían sido de mucho trabajo, coordinando con los compañeros en
Montevideo, realizando gestiones en Artigas y metiendo muchas horas y empeño en la venta
de entradas por toda la ciudad. Luego de una bien recibida campaña a través de los medios y
las redes sociales no teníamos ninguna duda de que la jornada sería estupenda y a sala llena.
La función estaba prevista a las diecinueve horas pero desde horas antes se sucedían los
mensajes en busca de entradas y en la principal avenida se veía a mucha gente con la casaca
oro y carbón; pasadas las dieciocho horas ya eran varias las personas que se acercaban al
Auditorio Municipal para esperar que se abrieran las puertas y poder ubicarse en las butacas
de la sala.
Los miembros de la Peña estuvieron desde temprano junto a los funcionarios municipales del
auditorio dejando esa preciosa sala en condiciones óptimas para un evento de tales
magnitudes, la pantalla estaba pronta, los trapos colgados y minutos pasadas las diecinueve se
abrieron las puertas al gran marco de público que en minutos colmó las instalaciones
esperando que se apagaran las luces y comenzará la película.
Finalmente las luces se apagaron y se enciende la pantalla, junto al “Himno del Campeón del
Siglo” y el andar humeante de la locomotora Beyer Peacock Nº 120 comienza a pasar la
historia aurinegra frente a los ojos emocionados de todos los presentes.
Mientras que las hazañas se sucedían junto al testimonio de las Glorias de la Institución, se
produjo la primera ovación espontánea cuando en escena aparece el capitán Antonio Pacheco
en una verdadera muestra de amor y agradecimiento del público artiguense.
Mientras se empezaban a notar las primeras lágrimas en el público, se sucedieron los aplausos
a Glorias y figuras de la institución, como el Tito Goncalves, el Nando Morena, el Profe
Bengoechea, Gregorio Pérez, Darío Rodríguez y el Lolo Estoyanoff. También hubo muestras de
cariño para jugadores más recientes como Juan Manuel Olivera y Emiliano Albín.
Después de recordar aún con mucha emoción la campaña de la Libertadores de dos mil diez,
en medio de una cerrada ovación, se encienden las luces y entre los ojos emocionados se
comienzan a suceder los primeros cánticos y los gritos de “Peñarol Peñarol” sumados a las
muestras de agradecimiento para con la Peña de muchos de los presentes.
Pasó “120…” por Artigas y revivió muchas emociones y este orgullo de estar eternamente
enamorado de Peñarol. No podía ser mejor, una hermosa jornada coronada con una función a
sala repleta.
La Peña Artigas Todo Manya sigue trabajando y sirviendo de espejo a muchas peñas de todo el
país como se nos manifiesta constantemente. Ahora se viene un desafío muy importante, en el
mes de Peñarol haremos una fiesta sin precedentes en la ciudad de Artigas, porque en ciento
veintiún años “Peñarol es así: el orgullo de todo el país”.
lunes, 3 de septiembre de 2012
Y LAS COSAS SIGUEN SIN SALIR
El partido de este domingo tenía un sabor especial porque era el regreso de Peñarol después
de la lesión de Antonio Pacheco y así se vivió desde el momento en que empezaron a entrar
los primeros trapos a las tribunas, muchos alentando al capitán, así como el propio plantel que
saltó al campo con una gran cartel que rezaba “¡Fuerza Tony y Santi!”. También era especial
porque había que revertir la apatía mostrada contra Fénix en la primera fecha y volver a
mostrar la seguridad que se vio en la pretemporada.
Pero la cosa arrancó complicada. A los tres minutos córner de River Plate que agarra a la
defensa mirasol en plena siesta y el exPeñarol Cristian González marca el uno a cero para La
Dársena. Otra vez nos marca alguien que supo vestir la oro y carbón. Teniendo en cuenta que
hay algún exPeñarol en casi todos los equipos, parece buen momento de cortar esa racha.
Para colmo de males, antes del cuarto de hora, Damián Macaluso ve la roja que le muestra el
siempre polémico Prudente, cuando el zaguero no tiene otra que cortar el avance del jugador
albirrojo con una falta de último recurso cuando este se metía ya en el área de Gelpi.
Panorama complicado el que se veía.
El primer tiempo pasó sin embargo, sin mayores sobresaltos, con un River que no inquietaba la
última línea de Peñarol, pero que estaba al acecho y éste que intentaba salir con fútbol desde
el fondo, pero se repetía en un juego vertical sin demasiado desborde; hasta que en el minuto
treinta y ocho Juan Manuel Olivera desvía una pelota que rebotó en Darío tras un tiro libre de
“Maravilla” Grosmüller. Peñarol lo empataba con uno menos y parecía que podía dar más.
Pero el envión se cortó abruptamente cuando a minutos de terminar el primer tiempo
Prudente, que nunca puede irse a su casa sin dejar alguna polémica, por lo visto, expulsa a otro
jugador carbonero; Zalayeta disputa una pelota con vehemencia y el referee interpreta que la
violencia de la misma amerita su expulsión.
De ahí en más tocó jugar el segundo tiempo con nueve, tratando de tener la pelota,
administrar el físico y contener los rápidos embates darseneros, lo que se tradujo en un gran
despliegue de Novick y Cristóforo y mucha pelota larga para el pivoteo de Olivera quien una y
otra vez a base de fuerza y técnica generó aplausos y mucho aire para Peñarol mientras que
Gelpi aseguraba las pelotas que pasaban la laboriosa línea de cuatro y el Polilla intentaba tener
la pelota con sus cambios.
Los minutos finales tuvieron a todos en vilo, Peñarol tenía la pelota y metía a River en su área
buscando la cabeza de Olivera y Darío que nunca pudo llegar, mientras el darsenero salía
endiablado en contraataques que obligaban a la defensa de Peñarol a dejar el alma en cada
quite.
Lo que preocupa es que en dos fechas ya se dejaron cinco puntos, el fútbol no aparece como
se esperaba según se vio en los amistosos. Hoy se vieron un equipo distinto en cada tiempo, en
el primero con más posesión, pero con menos llegada y en el segundo se tuvo menos la pelota
pero hubo más disposición y más ganas. Esperemos que esas ganas jueguen contra Bella Vista.
Sin Zalayeta, sin Macaluso y quizás sin Vázquez quien se lesionó minutos después de haber
ingresado. Pero principalmente que aparezca el buen fútbol y de su mano, el resultado.
de la lesión de Antonio Pacheco y así se vivió desde el momento en que empezaron a entrar
los primeros trapos a las tribunas, muchos alentando al capitán, así como el propio plantel que
saltó al campo con una gran cartel que rezaba “¡Fuerza Tony y Santi!”. También era especial
porque había que revertir la apatía mostrada contra Fénix en la primera fecha y volver a
mostrar la seguridad que se vio en la pretemporada.
Pero la cosa arrancó complicada. A los tres minutos córner de River Plate que agarra a la
defensa mirasol en plena siesta y el exPeñarol Cristian González marca el uno a cero para La
Dársena. Otra vez nos marca alguien que supo vestir la oro y carbón. Teniendo en cuenta que
hay algún exPeñarol en casi todos los equipos, parece buen momento de cortar esa racha.
Para colmo de males, antes del cuarto de hora, Damián Macaluso ve la roja que le muestra el
siempre polémico Prudente, cuando el zaguero no tiene otra que cortar el avance del jugador
albirrojo con una falta de último recurso cuando este se metía ya en el área de Gelpi.
Panorama complicado el que se veía.
El primer tiempo pasó sin embargo, sin mayores sobresaltos, con un River que no inquietaba la
última línea de Peñarol, pero que estaba al acecho y éste que intentaba salir con fútbol desde
el fondo, pero se repetía en un juego vertical sin demasiado desborde; hasta que en el minuto
treinta y ocho Juan Manuel Olivera desvía una pelota que rebotó en Darío tras un tiro libre de
“Maravilla” Grosmüller. Peñarol lo empataba con uno menos y parecía que podía dar más.
Pero el envión se cortó abruptamente cuando a minutos de terminar el primer tiempo
Prudente, que nunca puede irse a su casa sin dejar alguna polémica, por lo visto, expulsa a otro
jugador carbonero; Zalayeta disputa una pelota con vehemencia y el referee interpreta que la
violencia de la misma amerita su expulsión.
De ahí en más tocó jugar el segundo tiempo con nueve, tratando de tener la pelota,
administrar el físico y contener los rápidos embates darseneros, lo que se tradujo en un gran
despliegue de Novick y Cristóforo y mucha pelota larga para el pivoteo de Olivera quien una y
otra vez a base de fuerza y técnica generó aplausos y mucho aire para Peñarol mientras que
Gelpi aseguraba las pelotas que pasaban la laboriosa línea de cuatro y el Polilla intentaba tener
la pelota con sus cambios.
Los minutos finales tuvieron a todos en vilo, Peñarol tenía la pelota y metía a River en su área
buscando la cabeza de Olivera y Darío que nunca pudo llegar, mientras el darsenero salía
endiablado en contraataques que obligaban a la defensa de Peñarol a dejar el alma en cada
quite.
Lo que preocupa es que en dos fechas ya se dejaron cinco puntos, el fútbol no aparece como
se esperaba según se vio en los amistosos. Hoy se vieron un equipo distinto en cada tiempo, en
el primero con más posesión, pero con menos llegada y en el segundo se tuvo menos la pelota
pero hubo más disposición y más ganas. Esperemos que esas ganas jueguen contra Bella Vista.
Sin Zalayeta, sin Macaluso y quizás sin Vázquez quien se lesionó minutos después de haber
ingresado. Pero principalmente que aparezca el buen fútbol y de su mano, el resultado.
jueves, 30 de agosto de 2012
Venta de entradas para Peñarol vs River Plate
Éste domingo 2 de setiembre Peñarol será local ante River Plate en el Estadio Centenario a partir de las 15.30 horas. Las entradas para éste encuentro ya están a la venta en toda la red de locales de Abitab.
En el marco de la 2ª fecha del Torneo Apertura 2012, Peñarol se medirá éste domingo 2 de setiembre ante River Plate en el Estadio Centenario, a partir de las 15:30 horas.
Será el primer partido que los carboneros disputen como locales en el certamen, por lo que los hinchas y socios del club podrán contar con diversos beneficios a la hora de asistir al Estadio para presenciar el duelo entre aurinegros y darseneros.
Las entradas para éste encuentro ya pueden ser adquiridas en toda la red de locales de Abitab del país. Los precios son los siguientes:
TRIBUNA ÁMSTERDAM- $ 200
TRIBUNA COLOMBES (4 categorías)- Caballeros (entre 18 y 60 años)- $ 100
- Damas- $ 60
- Menores (entre 13 y 17 años)- $ 60
- Mayores de 60- $ 60
TRIBUNA OLÍMPICA- $ 240
TRIBUNA Y PLATEA AMÉRICA- $ 320
SOCIOS DEL C.A.PEÑAROL INGRESARÁN GRATIS (NO habrá canje de entradas, se ingresa directamente con carné y recibo al día)
Menores de hasta 12 años inclusive ingresarán gratis.
*la parcialidad de River Plate concurrirá a la Tribuna América (contra la Colomes) ingresando por la puerta 24. El costo de la entrada para los hinchas darseneros tendrá un costo de $ 200
miércoles, 29 de agosto de 2012
EL REGRESO MÁS TRISTE
Iban treinta y nueve minutos del primer tiempo, pelota larga sobre el lateral, dos piernas
fuertes que van a trabar, primero silencio y después ese ruido horrible y característico que se
escucha desde los primeros asientos de la América. Dos jugadores en el suelo y la pelota en
movimiento, el panameño de Fénix se levanta, solo queda el capitán de Peñarol en el suelo
“me quebré Favaro, me quebré”, el Lolo entrá a los gritos a la cancha a pedir que paren el
partido, Antonio Pacheco, en el día de su regreso más esperado, está sentado en el campo
llamando a la asistencia con la peor lesión de toda su carrera, pero en la tribuna pocos lo
saben, siguen cantando mientras en la televisión la repetición deja ver que la cosa viene fea,
muy fea. Los dos equipos y los médicos de ambas instituciones corren a atender al capitán
herido, Fedorczuk no puede soportar la escena y elige no mirar, la hinchada se preocupa y la
algarabía se convierte en silencio y el silencio en murmullo. Ingresa la camilla, pero el Tony no
se puede poner en pie, pide por favor que no le toquen la pierna derecha. El partido sigue, gol
de Fénix y el capitán sigue en la camilla, entretiempo, los equipos a la charla técnica y el
capitán allí. Finalmente se va en medio de aplausos y muestras de cariño de la hinchada, la
sanidad de Peñarol da la peor noticia de todas, “fractura de tibia” es el parte primario.
En una jugada fuerte pero casual, sin maldad aparente, el panameño Eric Davis golpea a
Antonio Pacheco quien inmediatamente se percata de la grave lesión que tiene,
presurosamente pero sin perder la calma jamás, solicita la atención. Es ingresado a Casa de
Galicia donde las radiografías confirman que sufrió fractura de tibia y peroné derechos con
desplazamiento. Acompañado por su madre, su esposa y algunos amigos es trasladado para
ser operado esa misma tarde en el Hospital Británico, donde lo esperaban ya varios hinchas de
Peñarol, Pacheco es ingresado en camilla pero aún tiene tiempo y ánimo de dedicarles un
gesto de cariño y tranquilidad.
El lunes a las nueve de la mañana es intervenido con total éxito por el mismo médico que
veintinueve años antes operara de la misma lesión a otra gloria carbonera, el Nando Morena,
colocándole también el mismo clavo intramedular, el clavo de Küntscher, a esta altura, ya
parte de la historia carbonera.
Pacheco, que de inmediato recibió el apoyo y cariño de todo el fútbol uruguayo, compañeros,
excompañeros, del exterior, del medio local, periodistas, dirigentes, árbitros y figuras públicas
recibió también la visita de Davis, a quien el gran capitán eximió de toda responsabilidad “son
cosas del fútbol, quedate tranquilo, acá no pasó nada”.
Ahora se viene la parte más difícil y en la que más apoyo necesitará recibir “el Genio”, se viene
una recuperación lenta y amarga a sus treinta y seis años, la experiencia dice que podrá volver
dentro de unos cuatro o seis meses; volver después de su vuelta, paradójicamente.
"Esto pronto pasará, volveré a estar vistiendo la gloriosa camiseta de Peñarol y estaré
luchando junto a mis compañeros para darle lo mejor al club y a la hinchada".
El Tony es guapo como pocos, dentro del fútbol es un caballero como los de antes, y es un tipo
con un amor propio y una garra sin igual, va a salir adelante, sin dudas y volverá a ponerse la
única casaca de sus amores, tenemos que estar todos con él, devolverle un poco de lo que nos
da cada vez que sale a la cancha y mostrarle que este es su pueblo. El pueblo carbonero que lo
va a esperar para gritar otra vez ¡PEÑAROL CAMPEÓN!
fuertes que van a trabar, primero silencio y después ese ruido horrible y característico que se
escucha desde los primeros asientos de la América. Dos jugadores en el suelo y la pelota en
movimiento, el panameño de Fénix se levanta, solo queda el capitán de Peñarol en el suelo
“me quebré Favaro, me quebré”, el Lolo entrá a los gritos a la cancha a pedir que paren el
partido, Antonio Pacheco, en el día de su regreso más esperado, está sentado en el campo
llamando a la asistencia con la peor lesión de toda su carrera, pero en la tribuna pocos lo
saben, siguen cantando mientras en la televisión la repetición deja ver que la cosa viene fea,
muy fea. Los dos equipos y los médicos de ambas instituciones corren a atender al capitán
herido, Fedorczuk no puede soportar la escena y elige no mirar, la hinchada se preocupa y la
algarabía se convierte en silencio y el silencio en murmullo. Ingresa la camilla, pero el Tony no
se puede poner en pie, pide por favor que no le toquen la pierna derecha. El partido sigue, gol
de Fénix y el capitán sigue en la camilla, entretiempo, los equipos a la charla técnica y el
capitán allí. Finalmente se va en medio de aplausos y muestras de cariño de la hinchada, la
sanidad de Peñarol da la peor noticia de todas, “fractura de tibia” es el parte primario.
En una jugada fuerte pero casual, sin maldad aparente, el panameño Eric Davis golpea a
Antonio Pacheco quien inmediatamente se percata de la grave lesión que tiene,
presurosamente pero sin perder la calma jamás, solicita la atención. Es ingresado a Casa de
Galicia donde las radiografías confirman que sufrió fractura de tibia y peroné derechos con
desplazamiento. Acompañado por su madre, su esposa y algunos amigos es trasladado para
ser operado esa misma tarde en el Hospital Británico, donde lo esperaban ya varios hinchas de
Peñarol, Pacheco es ingresado en camilla pero aún tiene tiempo y ánimo de dedicarles un
gesto de cariño y tranquilidad.
El lunes a las nueve de la mañana es intervenido con total éxito por el mismo médico que
veintinueve años antes operara de la misma lesión a otra gloria carbonera, el Nando Morena,
colocándole también el mismo clavo intramedular, el clavo de Küntscher, a esta altura, ya
parte de la historia carbonera.
Pacheco, que de inmediato recibió el apoyo y cariño de todo el fútbol uruguayo, compañeros,
excompañeros, del exterior, del medio local, periodistas, dirigentes, árbitros y figuras públicas
recibió también la visita de Davis, a quien el gran capitán eximió de toda responsabilidad “son
cosas del fútbol, quedate tranquilo, acá no pasó nada”.
Ahora se viene la parte más difícil y en la que más apoyo necesitará recibir “el Genio”, se viene
una recuperación lenta y amarga a sus treinta y seis años, la experiencia dice que podrá volver
dentro de unos cuatro o seis meses; volver después de su vuelta, paradójicamente.
"Esto pronto pasará, volveré a estar vistiendo la gloriosa camiseta de Peñarol y estaré
luchando junto a mis compañeros para darle lo mejor al club y a la hinchada".
El Tony es guapo como pocos, dentro del fútbol es un caballero como los de antes, y es un tipo
con un amor propio y una garra sin igual, va a salir adelante, sin dudas y volverá a ponerse la
única casaca de sus amores, tenemos que estar todos con él, devolverle un poco de lo que nos
da cada vez que sale a la cancha y mostrarle que este es su pueblo. El pueblo carbonero que lo
va a esperar para gritar otra vez ¡PEÑAROL CAMPEÓN!
domingo, 26 de agosto de 2012
Peor imposible...
raro, que triste es tratar de decir algo del partido y no pensar en el Tony Pacheco. No tiene
sentido, parece imposible pasar del paraíso al infierno en algunos minutos.
Era el fin de la espera, era poder volver a ver a Peñarol después de varios meses,
reencontrarse con tantos amigos en la tribuna, en un bar, frente al televisor; descubrir qué tal
empezaban a moverse las diez nuevas incorporaciones que prometen; ver si la serie de
amistosos locales había cimentado un grupo y un esquema de juego como parecía durante y
después de cada práctica. Pero no era solamente eso, era el retorno “a casa” del Tony.
El partido arrancó muy trancado, demasiado; festival de faltas en todo el campo, parecía
imposible soñar con tres pases seguidos. Con esa tónica los minutos se fueron sucediendo sin
un claro dominador, hasta que en una contra sin mayores características a los nueve minutos,
Hernán Novick, el hermano de Marcel saca un derechazo que pica en el área frente a un
Bologna de inerte reacción, era el 1 a 0 que descolocaba a todos y por un minuto nos hizo
recordar el 2 a 2 del torneo pasado con aquel mal partido de Carini. Por un minuto digo bien,
porque tras la reposición se duerme Fénix y Zambrana conecta un tiro al arco/buscapié de
Torres, poniendo el empate estabilizador.
Peñarol sin descollar, empezó a ser más y consiguió el 2 a 1 nuevamente con Zambrana en otro
error de Fénix. De ahí en más, Peñarol empezó a inclinar la balanza y se esperaba el tercer gol
en cualquier momento. Bien, tan esperado botín llegó del pie más esperado, del pie de
Antonio Pacheco, que festejó casi como un juvenil que debuta con la casaca de sus amores, El
Tony desató la algarabía en su hinchada y parecía confirmar que el Carbonero aumentaría la
goleada.
Pero la cosa se empezó a ensuciar un poco cuando el exPeñarol Guevgeozián aprovechó un
rebote tras una mala salida de Bologna para poner el 2 a 3 transitorio.
Luego llegaría el peor momento de todos, el momento que sacó a Peñarol del partido, la
fractura de Antonio Pacheco, el hombre que volvía, el del gol, aquel del nombre que el Estadio
había gritado a rabiar. [Sobre estas horas se confirma que fue fractura de tibia y peroné
derechos con desplazamiento, sin fecha prevista de recuperación].
Tras algunos momentos de incertidumbre, nervios y ansiedad se reanuda el juego y sufrimos el
empate del exnacional Pallas, en un córner, en el peor momento posible.
El segundo tiempo comenzó aún más raro, con todo el mundo preguntándose por el estado de
Pacheco, con un Peñarol que jamás volvió a fijar su mente en el partido al punto de que es
muy difícil recordar un ataque con peligro de Peñarol. Fénix empezó a crecer y acercarse al
arco aurinegro, hasta que tras un mal despeje de Cristóforo, otra vez Guevgeozián, la clava en
el ángulo derecho del arco de un flojísimo Bologna. 4 a 3 lapidario, sin chances de remontarlo,
con un Peñarol que no podía entrarle a un bien cerrado Fénix.
En el final, en la última pelota del partido, con nueve jugadores en el área albivioleta un
zaguero de Fénix claramente para la pelota con la mano, pero “nadie” la vio. Era claro penal.
Es el primer partido y lo que pasó con Pacheco hizo que se terminara ahí mismo. Peñarol jamás
se recuperó y no pudo volver a generar fútbol. El Tony será operado y saldrá adelante,
mientras se deben trabajar en varios aspectos al mismo tiempo, su sustituto, la seguridad de
Bologna, que en un partido parece haber quemado todas sus vidas extras, que debe y puede
rendir mucho más, la vuelta de González y Estoyanoff y el buen juego entre los hombres de
ataque.
Es el primer partido y se puede decir poco y nada. A recuperarse, pues. ¡Fuerza Tony! ¡Arriba
Peñarol!
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