lunes, 3 de septiembre de 2012

Y LAS COSAS SIGUEN SIN SALIR

El partido de este domingo tenía un sabor especial porque era el regreso de Peñarol después
de la lesión de Antonio Pacheco y así se vivió desde el momento en que empezaron a entrar
los primeros trapos a las tribunas, muchos alentando al capitán, así como el propio plantel que
saltó al campo con una gran cartel que rezaba “¡Fuerza Tony y Santi!”. También era especial
porque había que revertir la apatía mostrada contra Fénix en la primera fecha y volver a
mostrar la seguridad que se vio en la pretemporada.
Pero la cosa arrancó complicada. A los tres minutos córner de River Plate que agarra a la
defensa mirasol en plena siesta y el exPeñarol Cristian González marca el uno a cero para La
Dársena. Otra vez nos marca alguien que supo vestir la oro y carbón. Teniendo en cuenta que
hay algún exPeñarol en casi todos los equipos, parece buen momento de cortar esa racha.
Para colmo de males, antes del cuarto de hora, Damián Macaluso ve la roja que le muestra el
siempre polémico Prudente, cuando el zaguero no tiene otra que cortar el avance del jugador
albirrojo con una falta de último recurso cuando este se metía ya en el área de Gelpi.
Panorama complicado el que se veía.
El primer tiempo pasó sin embargo, sin mayores sobresaltos, con un River que no inquietaba la
última línea de Peñarol, pero que estaba al acecho y éste que intentaba salir con fútbol desde
el fondo, pero se repetía en un juego vertical sin demasiado desborde; hasta que en el minuto
treinta y ocho Juan Manuel Olivera desvía una pelota que rebotó en Darío tras un tiro libre de
“Maravilla” Grosmüller. Peñarol lo empataba con uno menos y parecía que podía dar más.
Pero el envión se cortó abruptamente cuando a minutos de terminar el primer tiempo
Prudente, que nunca puede irse a su casa sin dejar alguna polémica, por lo visto, expulsa a otro
jugador carbonero; Zalayeta disputa una pelota con vehemencia y el referee interpreta que la
violencia de la misma amerita su expulsión.
De ahí en más tocó jugar el segundo tiempo con nueve, tratando de tener la pelota,
administrar el físico y contener los rápidos embates darseneros, lo que se tradujo en un gran
despliegue de Novick y Cristóforo y mucha pelota larga para el pivoteo de Olivera quien una y
otra vez a base de fuerza y técnica generó aplausos y mucho aire para Peñarol mientras que
Gelpi aseguraba las pelotas que pasaban la laboriosa línea de cuatro y el Polilla intentaba tener
la pelota con sus cambios.
Los minutos finales tuvieron a todos en vilo, Peñarol tenía la pelota y metía a River en su área
buscando la cabeza de Olivera y Darío que nunca pudo llegar, mientras el darsenero salía
endiablado en contraataques que obligaban a la defensa de Peñarol a dejar el alma en cada
quite.
Lo que preocupa es que en dos fechas ya se dejaron cinco puntos, el fútbol no aparece como
se esperaba según se vio en los amistosos. Hoy se vieron un equipo distinto en cada tiempo, en
el primero con más posesión, pero con menos llegada y en el segundo se tuvo menos la pelota
pero hubo más disposición y más ganas. Esperemos que esas ganas jueguen contra Bella Vista.
Sin Zalayeta, sin Macaluso y quizás sin Vázquez quien se lesionó minutos después de haber
ingresado. Pero principalmente que aparezca el buen fútbol y de su mano, el resultado.

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